Las Caras de Bélmez: el misterio que se resiste a morir

Las Caras de Bélmez: el misterio que se resiste a morir

Desde su aparición en 1971, las Caras de Bélmez siguen siendo uno de los mayores enigmas del siglo XX en España. Un fenómeno de teleplastia surgido en una cocina de Jaén que, pese a décadas de investigaciones, fraudes denunciados y teorías escépticas, sigue sin tener una explicación definitiva.

El Inicio del Fenómeno de las caras de Bélmez

Todo comenzó el 23 de agosto de 1971 en el número 5 de la calle Real, en Bélmez de la Moraleda (Jaén). María Gómez Cámara, dueña de la vivienda, advirtió en el suelo de su cocina la aparición de un rostro humano difuso. La imagen fue destruida con una piqueta por su esposo, pero poco después nuevas caras comenzaron a manifestarse, algunas con rasgos masculinos, otras femeninos, en expresiones de dolor, angustia o serenidad.

Las autoridades locales trataron de contener la conmoción, pero el suceso se expandió por los medios. El propio ayuntamiento ordenó retirar parte del suelo con las teleplastias para su análisis, mientras la casa era vigilada día y noche. Había nacido el fenómeno de las Caras de Bélmez, que pronto atrajo a curiosos, investigadores y científicos de todo el país.

Las Caras de Bélmez II: el misterio que se resiste a morir

¿Qué son las teleplastias?

En parapsicología, se conoce como teleplastia a la manifestación visual espontánea de rostros, figuras o símbolos sobre superficies, sin intervención humana visible. Se asocia a menudo con fenómenos psíquicos intensos, energías residuales o estados alterados de conciencia, y ha sido documentada en otros casos como el de Nápoles (Italia) en 1936 o ciertos monasterios franceses.

En Bélmez, las imágenes aparecían sobre el cemento, los muros e incluso los fogones. Se hablaba de caras que desaparecían y volvían, algunas con rasgos claramente reconocibles. Muchos vincularon el fenómeno con el cementerio medieval descubierto bajo la vivienda, cuyas tumbas fueron excavadas por orden judicial.


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Investigaciones y grupos que pasaron por Bélmez

A lo largo de más de cinco décadas, numerosos grupos parapsicológicos, científicos y escépticos han tratado de encontrar una explicación al fenómeno:

  • Germán de Argumosa, pionero de la parapsicología en España, fue uno de los primeros en registrar psicofonías en la casa, defendiendo la autenticidad de las caras.
  • El Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC analizó en los años 70 y 90 algunas muestras sin encontrar pigmentos habituales.
  • El profesor Hans Bender, catedrático de parapsicología en Alemania, se interesó por el caso, considerándolo único en Europa.
  • El grupo Hepta, ya en los 90, documentó algunas transformaciones en las caras, aunque también denunció ciertas manipulaciones posteriores.
  • En 2004, se descubrieron nuevas caras en otra vivienda familiar, bautizadas como “las Caras de Bélmez II”. El fenómeno resurgió brevemente, aunque con más críticas que apoyos.

Algunos investigadores independientes, como Pedro Amorós, presidente de la SEIP (Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas), han mantenido estudios activos sobre el caso, aplicando fotografía infrarroja, grabaciones de alta sensibilidad y seguimiento temporal. La conclusión es siempre la misma: ni fraude probado, ni fenómeno explicado.

Protocolos experimentales clave

1. Polvo de talco o serrín + placas precintadas

El experimento más relevante consistió en extender polvo ligero (talco o serrín fino) sobre zonas del suelo y cubrirlo con paneles plásticos transparentes (de aproximadamente 60×40 cm). Se sellaron puertas y ventanas con precinto notarial, impidiendo toda entrada a la habitación. Tras semanas, al levantar los sellos, se observaba que los rostros habían cambiado o desplazado bajo las placas, sin intervención alguna.

2. Sellado legal y vigilancia audiovisual

La SEIP realizó el sellado oficial de varias estancias, registrando todo el perímetro físico con cámaras, documentado por actas notariales, para garantizar que nadie accediera a las zonas precintadas. El movimiento de las teleplastias ocurrió dentro de estas condiciones controladas.

3. Análisis forense y química de pigmentos

En 2014, en un programa televisivo, se extrajeron muestras bajo supervisión notarial. El químico José Javier Gracenea y el criminalista Luis Alamancos determinaron que las pigmentaciones no eran pintura convencional. Los métodos populares de falsificación (nitrato de plata, ácido o mezclas químicas comunes) no pudieron reproducir el fenómeno en laboratorio; Alamancos concluyó con “desconcierto absoluto”.

Las Caras de Bélmez III: el misterio que se resiste a morir
Las Caras de Bélmez III: el misterio que se resiste a morir

Reacciones políticas, mediáticas y científicas

A lo largo de los años, las caras han sido motivo de:

  • Debate en el Parlamento andaluz, sobre si se debía proteger la vivienda como patrimonio cultural.
  • Reportajes en medios internacionales como BBC, Discovery Channel o Nippon TV de Japón.
  • Desmentidos y burlas por parte de científicos como Fernando Jiménez del Oso, que aunque reconocía lo inexplicable, defendía una postura crítica: “Si esto es un fraude, es el fraude más constante, irregular y creativo jamás perpetrado”.

En la actualidad, el fenómeno sigue siendo objeto de visitas guiadas, análisis universitarios y tesis sobre la sugestión colectiva.

¿Un segundo fenómeno en la familia? Las nuevas caras de Bélmez

En el año 2004, cuando el fenómeno original ya había perdido parte de su fuerza mediática, una nueva sorpresa sacudió a los investigadores del misterio: aparecieron nuevas teleplastias en otra casa, también en Bélmez de la Moraleda, propiedad de un descendiente directo de María Gómez Cámara.

Esta nueva vivienda, situada en la misma localidad, pertenecía al hijo de María, y pronto se convirtió en el epicentro de lo que algunos bautizaron como «las caras de Bélmez II». En esta ocasión, las imágenes emergieron sobre el suelo sin que se hubieran habitado aún las habitaciones. Pedro Amorós y su equipo de la SEIP se desplazaron al lugar, iniciando una vigilancia constante con cámaras de seguridad, sellado de zonas y análisis en laboratorio.

Según Amorós, se tomaron todas las precauciones para descartar cualquier tipo de fraude, y las nuevas caras, aunque distintas estilísticamente a las del fenómeno original, también presentaban rostros de rasgos humanos deformados, algunos incluso más impactantes que los anteriores.

El evento reavivó el debate, atrayendo de nuevo la atención de medios nacionales e internacionales. Sin embargo, los escépticos criticaron la vinculación familiar directa y la oportunidad mediática como factores que restaban credibilidad al fenómeno. Pese a ello, nunca se pudo demostrar una manipulación, y el fenómeno se documentó con actas notariales y peritajes técnicos independientes.

Pedro Amorós defendió públicamente su postura:

“Las caras han vuelto, y lo han hecho en condiciones controladas. Estamos ante un fenómeno genuino que merece ser investigado desde la ciencia y la mente abierta”.

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Datos curiosos y poco conocidos

  • En una de las psicofonías grabadas en la casa original se oye una voz susurrando: “No tengo ojos”. El sonido ha sido analizado por espectrogramas y no corresponde a ningún patrón humano común.
  • La casa original estuvo sellada durante años por orden judicial, ante la presión mediática.
  • Se han catalogado más de 30 caras distintas, muchas de ellas registradas por testigos independientes.
  • Un médium invitado en los años 80 aseguró que una de las caras era la de un monje ajusticiado en la Inquisición.

¿Y cómo está hoy el fenómeno?

Actualmente, la vivienda original sigue en pie y es visitable, bajo gestión municipal. Se ofrecen rutas nocturnas y visitas guiadas con interpretación histórica y parapsicológica. Algunas caras permanecen visibles bajo cristales protectores, aunque su nitidez ha disminuido con el tiempo.

Desde 2021, el Ayuntamiento de Bélmez ha impulsado un plan de recuperación turística ligado al fenómeno, con jornadas anuales de misterio y colaboración con investigadores como Lorenzo Fernández Bueno o Sol Blanco-Soler.

Conclusión: ¿fenómeno o fraude?

Las Caras de Bélmez han sobrevivido a generaciones de análisis, negaciones, reediciones y olvidos. Su naturaleza sigue sin resolverse. Quizás lo más inquietante es que no buscan ser creídas, sólo ser observadas. A veces, el misterio más auténtico no es el que se explica, sino el que resiste ser entendido.

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