Ábalos nunca paga por sexo: Jessica, el sugar daddy y el dinero de todos

Ábalos nunca paga por sexo: Jessica, el sugar daddy y el dinero de todos

Por fin se destapa el chiringuito , y no es precisamente uno de playa con mojitos a cinco pavos . No, señores, aquí hablamos del chiringo de José Luis Ábalos , alias el Maletas de Barajas , ese exministro de Transportes que no solo movía valijas venezolanas como si fueran souvenirs, sino que también tenía una amiga muy especial, una tal Jessica , bautizada ya como la Princesa del Subsidio , que le sacaba los cuartos… o mejor dicho, nos los sacaba a nosotros , los sufridos españoles que pagamos impuestos para que estos vividores se den la gran vida. Porque Ábalos, claro, nunca paga por sexo , faltaría más; para eso está el dinero público , que es como el maná: cae del cielo y no hay que dar explicaciones.

Cultura Taurina

La historia tiene miga, y no poca. Resulta que la Princesa del Subsidio presumía entre sus allegados de que el Sultán del Asfalto era su sugar daddy . Sí, han oído bien: un papá con cartera generosa que le habría costeado la carrera, un pisito de lujo y hasta los viajes para que la muchacha no se aburra. ¿Y de dónde salía la pasta? No de los ahorros de las Maletas, que no es Rockefeller , sino, según los rumores que corren como la pólvora, de esos fondos opacos que tan bien saben manejar los socialistas cuando se trata de favores personales . Porque aquí nadie mueve un dedo si no hay un sobre o una factura creativa de por medio.

Ochenta y ocho mil eurazos en un ático , dicen, y mil quinientos al día por hacerle compañía . ¡Qué barbaridad! Uno se pregunta si la Princesa cobraba por horas o por sonrisas , pero lo que está claro es que el servicio no era barato . Y mientras tanto, el Rey del Despiste , con esa cara de no haber roto un plato , nos miraba desde los atriles del Gobierno como diciendo: «Todo en orden, ciudadanos, aquí no pasa nada» . Claro, nada pasa cuando eres tú el que reparte las cartas y los demás ponemos el dinero sobre la mesa .

Pero lo más sangrante no es solo el despilfarro , que ya clama al cielo, sino la jeta de cemento armado que hay que tener para mantener el tipo mientras te pillan con las manos en la masa . Nueve versiones distintas dio el Fabulador de Barajas sobre el escándalo de Delcy Rodríguez y sus maletas misteriosas , y ninguna era cierta. Ahora, con la Diva del Dinero Fácil , la cosa sigue el mismo guion: negarlo todo, mirar para otro lado y esperar a que el ruido se apague . Pero no, amigo Maletas, esto no se olvida tan fácil . La gente está harta de que le tomen el pelo , de que le saquen los cuartos para pagar caprichos ajenos , mientras las carreteras siguen sin arreglarse y los trenes llegan tarde .

Y luego está el PSOE , esa maquinaria de cinismo dirigida por el Faraón de la Moncloa , que siempre tiene una excusa a mano . Que si esto es un ataque de la derecha , que si son bulos , que si la prensa exagera . Pero los hechos son tozudos, y las cuentas no mienten . Si la Princesa del Subsidio vivía como una reina , alguien tuvo que apoquinar , y no creo que fuera el Sultán del Asfalto vendiendo Avon puerta a puerta . Aquí huele a podrido , y no es precisamente el pescado del mercado .

Así que, señores, apunten bien: las Maletas de Barajas nunca pagan por sexo , eso es verdad. ¿Para qué, si tiene a la Diva del Dinero Fácil ya los españoles de cajero automático? Y mientras tanto, nosotros, los pringaos de siempre , a rascarnos el bolsillo ya callar . Pero que no se confie, que la paciencia tiene un límite , y el día que esto reviente, no va a haber ático ni sugar daddy que lo salve .

¡Qué tropa, Dios mío, qué tropa!

Mis Queridos Hijos de Puta
El Eco Del Poder
Álvaro Caro en Diálogo Digital
Ávaro Caro
Director y Presentador «En el Frente»
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