La tensión en Torre Pacheco, Murcia, ha copado las portadas de todos los medios nacionales esta semana. Disturbios, denuncias por racismo y hasta amenazas políticas. Sin embargo, el momento elegido para elevar este asunto al foco mediático resulta, como mínimo, estratégico: Cerdán en prisión, el juicio del hermano del presidente a las puertas, el regalo fiscal a Cataluña y nuevos escándalos de corrupción en el entorno de Pedro Sánchez.
¿Qué ha ocurrido en Torre Pacheco, Murcia?
La noche del 13 de julio, jóvenes de origen magrebí provocaron disturbios violentos en el municipio murciano de Torre Pacheco, tras la muerte de un compatriota por causas naturales en un parque del municipio. Las redes sociales se llenaron de mensajes incendiarios y acusaciones infundadas de racismo, mientras decenas de personas rompían escaparates, incendiaban contenedores y atacaban propiedades privadas.
Las autoridades locales se vieron desbordadas. El alcalde Pedro Ángel Roca Tornel (PP) denunció públicamente los hechos y pidió refuerzos a la Delegación del Gobierno, mientras la oposición y algunos medios comenzaron a centrar el foco en un supuesto «auge de la xenofobia» en la zona.
Como era de esperar, el tema estalló en televisión y redes justo en un momento crítico para el Ejecutivo de Sánchez.

El foco cambia justo cuando arde todo alrededor de Sánchez
Mientras las cámaras apuntan a Torre Pacheco, Murcia, en los despachos del poder se intenta apagar un incendio muy distinto:
- Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, ha ingresado en prisión preventiva sin fianza por corrupción, cohecho y malversación.
- David Sánchez, hermano del presidente, acaba de ser procesado formalmente y planea su marcha a Japón, país sin tratado de extradición.
- El Gobierno ha pactado con Junts y ERC la recaudación fiscal exclusiva para Cataluña, en una cesión histórica que vulnera la igualdad territorial.
- Continúan apareciendo empresas vinculadas a la cátedra de Begoña Gómez, en plena investigación por tráfico de influencias.
- Y por si fuera poco, se ha sabido que el juez de la Audiencia Nacional filtraba secretos al entorno del PSOE para «manejar» decisiones judiciales.
En resumen, un huracán político y judicial que amenaza con arrasar el prestigio del presidente y su entorno inmediato.
¿Cortina de humo o casualidad mediática?
El caso de Torrepacheco merece atención, sin duda, pero el uso mediático del conflicto es tan evidente como cínico. Mientras en otras ocasiones hechos similares pasan casi desapercibidos, esta vez el relato se amplifica a niveles nacionales justo cuando el PSOE está cercado por sus propias cloacas.
¿Estamos ante una nueva aplicación del manual del sanchismo, donde se cambia el foco informativo para desviar la atención de los escándalos? Como decía el refrán:
«Cuando el río suena… alguien está manipulando la corriente.»

¿Una agitación espontánea o un relato alimentado?
Llama poderosamente la atención cómo determinados medios han amplificado los hechos de Torre Pacheco, Murcia, con titulares alarmistas y tertulias encendidas, mientras otros casos mucho más graves relacionados con corrupción política apenas reciben cobertura. El relato mediático parece haber encontrado en esta revuelta local el escenario perfecto para agitar emociones, dividir a la sociedad y cubrir el hedor que emana de los despachos oficiales. La pregunta no es si lo ocurrido en Torre Pacheco es grave —lo es—, sino por qué se utiliza como telón de fondo justo cuando los escándalos de Moncloa exigen toda la atención pública.

Comparación final: del fuego en Murcia al humo en Moncloa
El caso de Torre Pacheco no debe minimizarse, pero tampoco puede servir de pantalla para tapar una semana negra para el Gobierno. Ya lo decía un viejo periodista:
“Cuando todos los medios hablan del mismo barrio, es porque hay algo muy gordo que no quieren que mires en el centro”.
Y esta vez el epicentro del temblor está en La Moncloa, no en Murcia.