El Desahuciado de Lobato recibe una tremenda respuesta de Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, volvió a demostrar su agudeza y contundencia política en la Asamblea de Madrid, esta vez frente al portavoz del PSOE, Juan Lobato. Con una intervención que no dejó resquicio a dudas, Ayuso desnudó las contradicciones y los fracasos de un PSOE madrileño que parece estar en estado terminal.
Ayuso inició con ironía, haciendo alusión a la «afonía» que padece el PSOE cada vez que tiene que responder a las crecientes grietas de su liderazgo. Desde las declaraciones de Aldama hasta los despropósitos de Pedro Sánchez, la presidenta no perdió oportunidad para señalar que el partido socialista está «secuestrado por una banda» que actúa al margen de la ley y que considera el Parlamento un mercado persa donde todo se negocia, menos los intereses de los ciudadanos.
En su respuesta a Lobato, Ayuso fue clara: el PSOE ha permitido que la amnistía y el perdón a los grandes delitos sean la moneda de cambio para mantenerse en el poder. «¿Eso es democrático?«, cuestionó con fuerza, refiriéndose al blanqueo de corruptos y terroristas. En este sentido, la presidenta no solo apuntó contra Sánchez, sino también contra aquellos que, como Lobato, defienden lo indefendible.
El liderazgo de Lobato se tambalea, no solo porque es incapaz de enfrentarse a las evidencias que Ayuso pone sobre la mesa, sino porque su líder, Pedro Sánchez, ya parece haberlo desahuciado políticamente. Los rumores de que el PSOE busca un sucesor para liderar la batalla en Madrid son cada vez más fuertes, y la falta de autoridad y carisma de Lobato no hace más que confirmarlo.
Ayuso, en su tono habitual, dejó en claro que el PSOE, con su obsesión por las «medallitas», ha olvidado los problemas reales de los ciudadanos: la ruina de las pequeñas empresas, la fuga de multinacionales y el desprestigio de las instituciones. A todo esto, Lobato solo puede ofrecer silencio y sumisión, mientras sigue siendo, como bien señaló Ayuso, la «alfombra» de Begoña Gómez y de un gobierno cada vez más autócrata y alejado de la realidad.
La intervención de Ayuso no solo dejó a Lobato sin palabras, sino que también mostró una vez más la debilidad de un PSOE incapaz de sostener su discurso frente a la firmeza y claridad de la presidenta madrileña. La política, como señaló Ayuso, requiere «pies en el suelo», algo de lo que Lobato parece carecer por completo.
Con esta intervención, Ayuso no solo reafirma su liderazgo en la Comunidad de Madrid, sino que demuestra ser una de las figuras más sólidas y contundentes de la política española actual. Mientras tanto, Lobato sigue a la deriva, sin rumbo ni respaldo, en un partido que cada vez parece más cercano al naufragio.