La colonización de las instituciones y el control de los tres poderes
El reciente anuncio del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, como nuevo gobernador del Banco de España es el último paso en una estrategia meticulosamente ejecutada por Pedro Sánchez para colonizar todas las instituciones clave del Estado. Esta maniobra confirma lo que muchos ya sospechaban: Sánchez ha conseguido un control absoluto sobre los tres poderes democráticos —el legislativo, el ejecutivo y, recientemente, el judicial— lo que erosiona gravemente la separación de poderes.

El control absoluto: De la Moncloa al Banco de España
Con este movimiento, el Banco de España, una institución crucial que debería ser un pilar de independencia económica, queda ahora bajo el control del ministro del gobierno de Sánchez. Este nombramiento, criticado por la oposición y numerosos expertos como un caso más de puerta giratoria, sigue la misma lógica que ha aplicado Sánchez en otros organismos públicos: colocar a personas afines a su gobierno para consolidar su influencia y minimizar cualquier resistencia.
Escrivá, al igual que otros exministros y altos cargos, ha sido recompensado con un puesto de gran relevancia. La colonización no se detiene en los órganos económicos. Como bien han señalado medios críticos como Ok Diario, “ya no quedan casi instituciones por colonizar”, una afirmación que resume el deterioro de la neutralidad institucional que caracteriza a las democracias sanas.

Un golpe estratégico en el poder judicial: El nombramiento de Isabel Perelló
Este episodio se suma a la reciente designación de Isabel Perelló como presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Perelló, miembro de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), una asociación con marcada inclinación hacia la izquierda, ha sido colocada en la cúspide del sistema judicial español tras un tenso enfrentamiento entre los bloques progresista y conservador dentro del CGPJ.
Con este nombramiento, Sánchez refuerza su estrategia de control sobre el poder judicial, asegurando que sus aliados ocupen los puestos más altos. El Partido Popular, una vez más, ha quedado atrapado en la estrategia política de Sánchez, incapaz de detener el avance del bloque progresista en el órgano judicial. A pesar de los esfuerzos del PP por resistir, ha sido superado por la habilidad política del presidente, quien ha sabido manejar los tiempos y aprovechar las divisiones internas para salir victorioso. Aunque muchos catalogan a Isabel Perelló como independiente y sostienen que el sanchismo no buscaba colocarla en la presidencia, queda por ver si seguirá el rumbo y la trayectoria de Cándido Conde-Pumpido o cumple con sus declaraciones realizadas hoy en la apertura del año Judicial.
La peligrosa senda del autoritarismo: ¿Una democracia sin contrapesos?
Los paralelismos con líderes autoritarios como Nicolás Maduro en Venezuela o Vladimir Putin en Rusia son difíciles de ignorar. Al igual que estos mandatarios, Sánchez ha utilizado las herramientas de la democracia para consolidar un poder centralizado, dejando las instituciones bajo su control. El legislativo, con una mayoría parlamentaria afín; el ejecutivo, bajo su mando directo; y el judicial, ahora también alineado con sus intereses.
El nombramiento de Escrivá y de Perelló simbolizan la culminación de una estrategia que coloca a Pedro Sánchez en una posición de poder absoluto en España. Este escenario deja a la democracia española en una situación preocupante, donde las instituciones ya no funcionan como un contrapeso, sino como instrumentos al servicio del poder.

Un Estado capturado: ¿Qué queda por colonizar?
Con este avance imparable, la independencia de organismos clave como el Banco de España, el Tribunal Supremo o el Consejo General del Poder Judicial parece haber quedado en el pasado. El proceso de colonización afecta desde el CIS, convertido en aparato de propaganda, hasta RTVE, ahora presidida por personas afines a Sánchez.
El Partido Popular, por su parte, ha quedado relegado en esta batalla institucional. Atrapado en la trampa de bloqueos y enfrentamientos internos, ha visto cómo el Sanchismo avanza sin apenas resistencia real. El engaño político que ha sufrido el PP, incapaz de evitar que Sánchez coloque a sus peones en los cargos más importantes, es un reflejo de la astucia con la que el presidente maneja el tablero político.
Con el control sobre los tres poderes del Estado, Pedro Sánchez se asegura una hegemonía inédita en la reciente historia democrática de España. La independencia institucional ha sido socavada en todos los frentes, y el Partido Popular, junto con la oposición, debe enfrentarse a una dura realidad: Sánchez ha logrado lo que pocos en la política española han conseguido. España se encuentra en un punto de inflexión, y el camino hacia una democracia sin contrapesos parece cada vez más cercano.

Los nombramientos del poder: los aliados de Sánchez en instituciones clave
AENA – Maurici Lucena, ex diputado socialista.
Agencia EFE – Miguel Ángel Oliver, ex secretario de Estado de Comunicación.
Banco de España – José Luis Escrivá, exministro de Transformación Digital y Función Pública.
CIS – José Félix Tezanos, ex secretario de Estudios y Programas del PSOE.
CNI – Esperanza Casteleiro, ex secretaria de Estado.
CNMC – José María Marín Quemada, afín al PSOE.
CNMV – Sebastián Albella, marido de Teresa Ribera, vicepresidenta.
Consejo de Estado – Carmen Calvo, ex vicepresidenta del Gobierno.
Correos – Pedro Saura, ex secretario de Estado.
Embajada ante la OCDE – Ximo Puig, expresidente de la Generalitat Valenciana.
Embajada ante la ONU – Héctor Gómez, exministro de Industria.
Embajada ante la UNESCO – Miquel Iceta, exministro de Cultura.
Fiscalía General del Estado – Álvaro García Ortiz, sustituto de Dolores Delgado.
Hispasat – Pedro Duque, exministro de Ciencia y Tecnología.
INE – Juan Rodríguez Poo, ex secretario de Estado.
Indra – Marc Murtra, ex jefe de Gabinete del exministro Joan Clos.
Paradores – Raquel Sánchez, ex ministra de Transportes.
Puertos del Estado – Álvaro Rodríguez Dapena, militante del PSOE.
Red Eléctrica – Beatriz Corredor, exministra de Vivienda.
RENFE – Raúl Blanco, ex secretario general de Industria.
RTVE – Concepción Cascajosa, militante del PSOE.
Telefónica – Carlos Ocaña, coautor del libro de la tesis de Pedro Sánchez.
Tribunal Constitucional – Cándido Conde Pumpido, expresidente afín al Gobierno.
Tribunal Constitucional – Juan Carlos Campo, exministro de Justicia.
Tribunal de Cuentas – Enriqueta Chicano, ex directora general socialista.
Un comentario sobre “Pedro Sánchez y la captura total del Estado”