Mientras en España Pedro Sánchez sigue imponiendo su particular visión del pasado con una Ley de Memoria Democrática que cercena la libertad de pensamiento, persigue a quien no comulgue con su dogma y utiliza el guerracivilismo como arma política, fuera de nuestras fronteras se deshace en honores ante uno de los dictadores más sanguinarios del siglo XX: Ho Chi Minh.
Sí, el mismo Sánchez que quiere borrar cruces, derribar estatuas, censurar libros y castigar a quien mencione una verdad histórica que no le convenga, ha viajado hasta Vietnam para depositar una ofrenda floral en el mausoleo del dictador Ho Chi Minh, conocido por haber dirigido una de las represiones comunistas más brutales de Asia. Un acto vergonzoso, inmoral y profundamente incoherente.
Ho Chi Minh: represión, campos de reeducación y ejecuciones masivas
Ho Chi Minh no fue un simple líder nacionalista. Fue el arquitecto de una dictadura marxista-leninista, cuyo régimen dejó tras de sí un rastro de sangre, hambre y terror.
- Entre 1953 y 1956, durante la llamada reforma agraria comunista, más de 50.000 personas fueron ejecutadas públicamente por ser consideradas “terratenientes enemigos del pueblo”. Se les colgó, fusiló o apaleó frente a multitudes adoctrinadas.
- Se estima que cientos de miles fueron enviados a campos de trabajo forzado, bajo la falsa etiqueta de “reeducación”.
- Su régimen suprimió todos los partidos políticos, impuso la censura total y encarceló a cualquiera que osara expresar una opinión crítica.
- La persecución religiosa fue feroz: iglesias destruidas, sacerdotes ejecutados y fieles torturados.
- Durante la Guerra de Vietnam, el Viet Cong —dirigido por el régimen de Ho— ejecutó a miles de civiles en zonas rurales solo por sospecha de colaborar con el enemigo.
Eso es lo que Sánchez ha ido a homenajear con flores y reverencias. A un déspota que instauró un sistema de terror, similar al de Pol Pot o Stalin.
Doble moral de Sánchez: censura aquí, reverencia allá
¿Cómo se explica que un presidente que ha convertido la memoria histórica en una herramienta de represión ideológica llame dictador a Franco pero rinda tributo a Ho Chi Minh?
¿Dónde está la condena del comunismo criminal? ¿Por qué se permite homenajear a asesinos de izquierdas mientras se impone el silencio para cualquier análisis histórico que no encaje con el relato oficial del sanchismo?
Esta actitud hipócrita y dañina es una bomba de relojería para una sociedad que necesita unidad, no división artificial. Sánchez está jugando con fuego, resucitando fantasmas del pasado mientras calla ante los horrores del comunismo asiático.
Basta ya: corrupción, sectarismo y sumisión exterior
Este homenaje a Ho Chi Minh no es un hecho aislado. Se suma a una larga lista de acciones que demuestran que Pedro Sánchez ha perdido todo norte moral y ético.
- A la sombra de su gobierno se acumulan los escándalos de corrupción que rozan su entorno más íntimo, con investigaciones abiertas y sospechas crecientes.
- Su uso de la ley para perseguir ideológicamente al adversario nos acerca a regímenes autoritarios.
- En política internacional, se ha convertido en un adulador de regímenes comunistas y tiranías, mientras humilla a su propio país.
Exigimos elecciones ya: el pueblo debe pronunciarse
Pedro Sánchez no tiene legitimidad moral para seguir al frente del Gobierno de España. Su deriva autoritaria, su hipocresía internacional y su desprecio por la historia real nos están llevando al abismo.
Es hora de que los españoles decidan en las urnas.
España no puede seguir gobernada por quien aplaude dictaduras extranjeras mientras reprime a su propio pueblo.
«Dime a quién honras, y te diré quién eres».
Sánchez ha hablado. Y el pueblo, más pronto que tarde, también hablará.
