En esta ocasión, Abel Castro y Jesús M. García Flores se unieron para realizar un reto fotográfico que combinaba las habilidades de un fotógrafo de paisaje con las de un experto en retratos. Inspirado por una impresionante fotografía de la luna con un molino realizada por Jesús, Abel propuso llevar la idea un paso más allá: incluir una persona en la composición e iluminarla adecuadamente para capturar una imagen única de la Super Luna.
El desafío, como describen ambos fotógrafos en su entrevista, radicaba en los numerosos factores técnicos y logísticos involucrados en la ejecución de la fotografía. La distancia entre la cámara y el sujeto (entre 1 y 2 kilómetros), la sincronización de luces y flashes, y la rapidez con la que la luna se mueve en el cielo fueron algunos de los principales obstáculos que tuvieron que superar.
La planificación fue crucial. Jesús se encargó de elegir el lugar y el momento precisos para que la luna estuviera en la posición correcta detrás del sujeto, lo cual solo ocurre durante unos pocos segundos. Durante la sesión, utilizaron equipos de alta gama, como cámaras Sony A7R4 y lentes de 600 mm, así como iluminación continua y flashes de Profoto, para asegurarse de que la toma fuera perfecta.
Uno de los mayores desafíos fue mantener al sujeto, en este caso, la modelo Rebeca, iluminada correctamente mientras se encontraba en el centro de la luna. La precisión era esencial, ya que cualquier movimiento, por mínimo que fuera, podía arruinar el enfoque. El frío intenso también fue un factor que complicó la sesión, ya que afectaba tanto a la modelo como al equipo técnico.
A pesar de las dificultades, el resultado fue impresionante. La sesión no solo fue una prueba de las habilidades técnicas de ambos fotógrafos, sino también un aprendizaje valioso sobre cómo combinar técnicas de diferentes disciplinas fotográficas. Abel y Jesús destacan la importancia de compartir tanto los aciertos como los errores en el proceso creativo, para que otros puedan aprender de su experiencia.
El video que acompaña este artículo muestra todo el proceso, desde la planificación hasta la ejecución, revelando los desafíos y las soluciones que encontraron en el camino. Es un testimonio de cómo la colaboración y la creatividad pueden superar incluso los retos más difíciles.
Esta sesión fotográfica fue una experiencia única que demostró la importancia de la preparación, la precisión y la capacidad de adaptarse a las circunstancias. Abel y Jesús lograron capturar la magia de la Super Luna en una imagen que, sin duda, quedará en la memoria de todos los que participaron en su creación.