Mercedes Zarzalejo
Presidenta de la Comisión de Economía y Empleo de la Asamblea de Madrid.
Diputada del GPP.
Se abre el telón, aparece el payaso corrupto, huido de la justicia, cuenta un chiste de 6 minutos, el público aplaude, hace un número de supuesto escapismo y las risas resuenan en todo el mundo. Se cierra el telón.
¿Cómo se llama la obra de teatro?
«El fin de aquel país llamado España»
Si algún español de bien ha pensado en estos días que íbamos a ver una imagen de Estado democrático, basado en los pilares de la justicia, poniendo en su sitio a los delincuentes y golpistas, se olvidó de que vivimos desde hace 6 años en un país de pandereta, donde el régimen dictatorial sanchista ya está en marcha, recogiendo frutos, y el sistema democrático del 78 agoniza a la vista de todos sin que reaccionemos ante esta barbarie.
Somos el hazmerreir del mundo, protagonizamos las portadas de la prensa internacional dando una imagen penosa, de burla y descontrol con lo ocurrido a puertas de un Parlamento autonómico y junto al Palacio de la Justicia de esa ciudad.
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Y ahora, ¿qué podemos esperar? ¿Qué futuro nos espera en aquel país que un día se llamó España? Donde los delincuentes acampan a sus anchas, donde los jueces son perseguidos por el régimen, donde se expulsa de las regiones a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, donde la policía autonómica sirve de escolta privada a los golpistas, donde los que roban no pagan por sus delitos, donde un okupa jeta que se apodera de lo que no es suyo tiene más derecho que el propietario de una vivienda, donde se asfixia a los empresarios y se interviene en sus empresas, donde ser la esposa o el hermano del Presidente es la carrera profesional de mayor éxito y rentabilidad, donde cada día se perpetran pactos encapuchados como vendetas del poder político y donde el narcisismo de un solo hombre es más importante que las vidas de casi 49 millones de personas.
Pues, en efecto, no nos espera más futuro que vivir bajo la opresión de un Estado y de un «soberano» del que seremos súbditos, sin voluntad ni opinión, sin libertad ni independencia, sin nada más que lo que ellos nos quieren dar.
Nuestro futuro,y el de España será muy penoso con un Gobierno que permite esta burla ante el mundo.Los españoles debemos reaccionar de una vez ,o terminaremos como Venezuela.