Un informe oficial de la Policía Nacional, fenómenos inexplicables registrados por agentes y la muerte trágica de una adolescente tras usar la ouija. El Expediente Vallecas es el caso paranormal más inquietante de España… y el único con un respaldo institucional que aún desconcierta a los expertos.
🔍 ¿Qué es exactamente el Expediente Vallecas?
Todo comenzó a principios de los años 90 en el humilde barrio de Vallecas, Madrid. La protagonista: Estefanía Gutiérrez Lázaro, una joven de 14 años que, tras participar en una sesión de ouija en su instituto, comenzó a experimentar síntomas aterradores: convulsiones, alucinaciones, sombras en su habitación y voces que nadie más oía.
Pocos meses después, el 14 de agosto de 1991, Estefanía fallecía sin una causa médica clara. Su muerte fue registrada como «muerte súbita de origen desconocido». Sin embargo, lo peor estaba por venir para su familia.
📄 El informe policial del Expediente Vallecas: hechos que desafían la lógica
El 27 de noviembre de 1992, la familia Gutiérrez contactó con la Policía Nacional, completamente aterrorizada. Aseguraban que objetos se movían solos, que los crucifijos se giraban en la pared, y que una fuerza invisible parecía habitar su vivienda.
Lo que los agentes presenciaron esa noche fue tan inexplicable que lo dejaron por escrito en un parte oficial:
“Un crucifijo giró violentamente sobre sí mismo, un armario se abrió bruscamente, y una mancha marrón apareció sin causa sobre una mesa blanca”.
Este documento firmado por varios policías se convirtió en la pieza central del Expediente Vallecas. Por primera vez, agentes del orden atestiguaban fenómenos paranormales sin explicación racional.

🗞️ Expediente Vallecas: impacto en medios y reacciones oficiales
El informe fue filtrado a la prensa, y el caso se convirtió en un fenómeno mediático. Programas como Cuarto Milenio, revistas especializadas y reportajes en TV abordaron los hechos. Las palabras del inspector José Negri, uno de los agentes presentes, aún resuenan:
“No estábamos sugestionados. Aquello era real. Y lo firmamos porque no podíamos explicar lo que vimos”.
El Ministerio del Interior nunca desmintió el informe. La Iglesia fue contactada por la familia para realizar una limpieza espiritual en la vivienda, aunque no emitió declaraciones oficiales. El caso, sin embargo, siguió creciendo como leyenda negra dentro y fuera de España.
🕯️ Origen del Expediente Vallecas: ouija, rituales y advertencias ignoradas
Meses antes de morir, Estefanía había participado en una ouija con sus amigas. El objetivo: contactar con el novio fallecido de una compañera. Cuando un profesor sorprendió la sesión y rompió la tabla, un humo negro habría entrado en la nariz de Estefanía, según testigos.
Desde entonces, su vida se convirtió en una pesadilla: miradas vacías, ataques nocturnos, pérdida de conciencia. Ni los médicos ni los psiquiatras lograron ofrecer una respuesta. Su familia relató incluso que, después de su muerte, una figura oscura seguía apareciendo en la casa.
🧠 Expediente Vallecas: hipótesis médicas y parapsicológicas
Algunos expertos han sugerido que Estefanía podría haber padecido epilepsia del lóbulo temporal, una enfermedad que provoca alucinaciones y episodios de desconexión con la realidad. Otros hablan de poltergeist inducido por tensión emocional, teoría planteada en la parapsicología para explicar fenómenos sin entidad física externa.
Sin embargo, ninguna de estas hipótesis justifica los fenómenos registrados por los policías: movimientos de objetos, sonidos inexplicables y cambios físicos en el entorno.
👁️🗨️ El legado del Expediente Vallecas: un caso aún abierto
Hoy, el piso de la calle Luis Marín está habitado por otra familia. Algunos aseguran que los fenómenos cesaron con el tiempo; otros creen que nadie permanece demasiado tiempo en esa vivienda. La documentación sigue custodiada por la Policía, sin haber sido invalidada ni desmentida.
El Expediente Vallecas continúa generando debates entre científicos, escépticos y parapsicólogos. ¿Fue un caso de histeria colectiva? ¿Una manifestación sobrenatural? ¿O la consecuencia de haber jugado con lo desconocido?
Lo cierto es que ningún otro caso en España ha contado con una prueba oficial tan contundente como este.